Se ha venido verificando en los últimos meses un descenso notable en los ingresos de la industria del bingo debido a la crisis económica generalizada.
Los responsables del sector son conscientes de lo inevitable de este hecho, que no tiene que ver con una creciente impopularidad de este juego (que es y seguirá siendo uno de los juegos de azar más populares en España), sino con un descenso de la capacidad de consumo de los potenciales jugadores. De hecho, como los dirigentes de las salas reconocen el dinero que la gente destina a este juego es dinero que depende de su capacidad adquisitiva como en el caos de la hostelería. En Andalucía, por ejemplo, la venta de cartones ha descendido un 8%.
Los empresarios quieren presentar medidas a Hacienda para que el impacto de la crisis sea menor, tales como un permiso para abaratamiento de los cartones en algunos juegos y la fabricación de los mismos en las salas, para abaratar costes.